Láminas pintadas a gouache sobre papel reproducidas en el Jardín
Micológico y Centro Andaluz de Micología “ La Trufa”,
ubicado en la aldea de Zagrilla, término municipal de Priego de
Córdoba. Fueron pintadas entre 2008 y 2009. Se han expuesto en el teatro Sierra de Aracena para las jornadas micológicas de los días 14 y 15 de noviembre de 2015.
Bosques de ribera
Los bosques o sotos de
ribera son formaciones que se desarrollan asociadas a los cauces de
agua. En los márgenes de los ríos la vegetación se dispone de
manera estructurada en función de sus necesidades hídricas,
encontrando plantas acuáticas que viven sumergidas y enraizadas en
el lecho de las aguas poco profundas, plantas que se desarrollan en
las orillas fijando los suelos, y formaciones arbóreas que van desde
las especies más exigentes en agua, hasta aquellas que precisan
requerimientos menos extremos. En este orden nos encontraríamos los
sauces, alisos, chopos, fresnos, y olmos. En Andalucía se estiman
unas 109.609,7 has de vegetación ribereña a lo largo de los
márgenes de los cursos de agua de esta Comunidad Autónoma.
En estos sistemas
ribereños son frecuentes las setas saprófitas que crecen sobre
distintos árboles y restos de los mismos, y que además tienen un
gran interés gastronómico, como la seta de chopo (Agrocybe
aegerita), seta de mimbre (Pleurotus ostreatus) y otras
como la colmenilla (Morchella esculenta), Lactarius
controversus, y Entoloma saunderssi var.
hiemale.
Flora:
Ranunculus sp.,
Rubus ulmifolius,
Escaramujo (Rosa sp.),
Mentha sp.
Fauna: Martín
pescador.
Encinar- Quejigar
La encina (Quercus
ilex subsp. ballota) es el árbol autóctono más
extendido en Andalucía y la base que conforma la estructura vegetal
del denominado bosque esclerófilo mediterráneo. En muchos casos, el
encinar ha sido aclarado para formar un sistema biológico humanizado
denominado dehesa, resultante de la acción continuada del ser humano
durante siglos. Las dehesas de encinas son un ejemplo único a nivel
mundial de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. En
Andalucía existen 1.079.898,8 has de encinar y alrededor de 981.431
has correspondientes a zonas de dehesa, encontrándose la mayor parte
de ellas a lo largo de Sierra Morena (Jaén, Córdoba, Sevilla y
Huelva) y sierras de Cádiz.
El encinar
representado corresponde al denominado “encinar con
peonía”, basófilo, propio del Parque Natural de las Sierras
Subbéticas, transformado posteriormente en una pequeña dehesa. En
las zonas más húmedas y de suelos más profundos los quejigos
acompañan a las encinas.
En Andalucía se han
detectado más de 50 especies de trufas asociadas a este árbol, sin
contar un número mucho más elevado de setas. Entre las primeras se
encuentra la trufa negra (Tuber melanosporum), considerado el
producto económico más valioso del monte mediterráneo y el
alimento más caro del mundo. Otras setas de interés en el encinar
son el cortinario trivial (Cortinarius trivialis), la pipa
(Ganoderma lucidum), el faisan (Leccinum lepidum) y
la carbonera (Russula cyanoxantha).
Flora: Paeonia
broteroi
Fauna: Rabilargo.
Pradera o Pastizal

Prados, pastizales y
herbazales, son formaciones naturales y seminaturales formadas, en su
gran mayoría, por diversas gramíneas y pequeñas plantas anuales.
Suelen ocupar los claros de matorrales y constituyen el estrato
herbáceo de las dehesas, aunque también existen pastizales en los
que la vegetación arbórea está totalmente ausente. Andalucía
cuenta con una gran diversidad dentro de este tipo de hábitat,
encontrando prados naturales, como los que se desarrollan sobre los
sustratos rocosos de Almería o cumbres de Sierra Nevada (Granada), y
seminaturales, prados de suelos húmedos y pastos xerófilos, siendo
estos dos últimos los de mayor distribución. En Andalucía existen
327.681,2 has de formaciones herbáceas.
Al ser zonas de
vegetación abierta, los prados son el lugar ideal para observar los
conocidos corros de brujas, siendo muy llamativos los de
champiñón silvestre (Agaricus campestris) y sobre todo los
de senderuelas (Marasmius oreades). Otras especies que
se desarrollan en estos hábitats asociadas al estiércol y
excrementos que generan las actividades ganaderas, son la barbuda
(Coprinus comatus), el parasol (Macrolepiota procera),
la seta salero (Myriostoma coliforme), la seta de cardo
(Pleurotus eryngii), el bejín de prado (Vascellum
pratense), la seta de los cementerios (Volvariella speciosa)
y Galeropsis laterita. En los pastos destacan como
micorrizógenas un tipo de trufas conocidas como “trufas del
desierto”, “criadillas de tierra” o “turmas” (Terfezia
arenaria, Terfezia claveryi y Terfezia leptoderma).
Flora: hinojo
(Foeniculum vulgare), Ophrys
lutea, Trifolium sp., Vicia sp., Lotus sp, Medicago sp.
Fauna: Papilio
machaon (oruga y mariposa) sobre hinojo.
Pinsapar

El
pinsapo
(Abies pinsapo)
es la conífera más significativa de Andalucía. Se trata de un
endemismo de la Serranía de Ronda y Sierra Bermeja, en Málaga, y
Sierra de Grazalema, en Cádiz. Este abeto no existe en ningún otro
lugar del mundo salvo el Abies
pinsapo var. maroccana
en localidades muy concretas del norte de Marruecos. Ocupa montañas
entre los 1.000 y 1.800 metros en las que se registran abundantes
lluvias, siendo Grazalema, uno de los lugares de la Península
Ibérica con mayor pluviometría. Los pinsapares eran explotados
antiguamente para la producción de carbón y la extracción de
madera. Se le considera un superviviente de los primitivos abetos del
Terciario. En Andalucía existen 3.461,3 has de pinsapar.
Entre
las setas más características de los pinsapares andaluces se
encuentra el gonfidio mucoso (Gomphidius
glutinosus), Phellinus
hartigii y Xerula
melanotricha, además de buena parte
de las especies propias de los pinares.
Flora:
Rubia peregrina, Daphne laureola subsp.
latifolia, Hedera helix, Iris foetidissima, Helleborus foetidus.
Fauna: Corzo
Matorral-Jaral
Quizás el matorral
mediterráneo más genuino sea el jaral. Está caracterizado por
especies de los géneros Cistus, Halimium y Helianthemum,
arbustos que presentan numerosas adaptaciones a la sequía estival, a
una elevada insolación y al pastoreo. Se desarrollan sobre suelos
ácidos erosionados o poco evolucionados, aunque algunas especies
también sobre sustratos básicos, y constituyen etapas de
sustitución del bosque mediterráneo. La especie más representativa
es la jara pringosa (Cistus ladanifer) que se caracteriza por
la secreción de una sustancia llamada ládano la cual inhibe el
desarrollo y establecimiento de otras plantas. En Andalucía existen
1.564.900 has de matorral
Todas estas especies de Cistus son
muy micorrícicas y características del monte mediterráneo andaluz.
Actúan como bancos de germoplasma fúngicos por la gran cantidad de
especies de hongos asociados a sus raíces.
Las jaras acogen un
número de hongos en absoluto despreciable, entre los que se
encuentran el gurumelo (Amanita ponderosa), criadilla jarera
(Choiromyces gangliformis), nízcalo de jara (Lactarius
cistophilum), nízcalo peloso (Lactarius tesquorum),
faisán de la jara (Leccinun corsicum), hebeloma de jara
(Hebeloma cistophilum), rúsula de jara (Russula
cistoadelpha) y la falsa trufa jarera (Hysterangium sp.).
Flora:
Lavandula stoechas.
Fauna:
Curruca cabecinegra.
Pinar
Las coníferas son
árboles resistentes capaces de vivir en suelos pobres y condiciones
climáticas rigurosas. Es por ello que los pinares de carácter
mediterráneo ocupan biotopos donde las encinas y alcornoques no han
conseguido el dominio. Se trata de una vegetación adaptada a
ambientes semiáridos y secos. El manto que producen sus hojas,
llamadas acículas, acidifica el suelo, manteniendo la humedad y
favoreciendo el desarrollo de una gran variedad de especies fúngicas.
Existen en Andalucía
636.380,60 has de pinares, constituyendo algunos de los más valiosos espacios
forestales andaluces, como es el caso de los pinares de Cazorla
(Jaén) y costa de Huelva. Estos pinares requieren condiciones
ambientales óptimas diferentes, tanto en lo que se refiere a la
naturaleza ácida o básica del sustrato como a las precipitaciones,
así por ejemplo, mientras el pino piñonero prefiere suelos ácidos,
el pino carrasco los prefiere básicos; y mientras el pino silvestre
requiere precipitaciones medias o elevadas, el pino carrasco se
conforma menos de la mitad. También existen diferencias en cuanto a
su distribución altitudinal.
Los pinares andaluces,
entre otras especies, son ricos en nízcalo (Lactarius
deliciosus), gonfidio reluciente (Chroogomphus rutilus),
seta de la risa (Gymnopilus spectabilis), criadilla de
pinar (Rhizopogon roseolus),
negrilla (Tricholoma terreum), boleto baboso (Suillus
bellini), boleto granulado (Suillus granulatus),
Baeospora myosura, Galerina marginata, Hemimycena lactea, Mycena
seynesii, Paxillus panuoides, Suillus collinitus.
Flora:
Daphne gnidium
Fauna:
Picapinos.
Castañar

Pese a que el castaño
(Castanea sativa) está considerado un árbol autóctono de la
Península Ibérica, los bosques que hoy podemos encontrar se deben
en buena medida a su cultivo por el ser humano desde la antigüedad.
Fueron los romanos quienes dieron gran importancia a la castaña como
fuente de alimentación, y los que extendieron su cultivo. Hoy las
principales superficies de castañar se localizan en el Parque
Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva), Valle del Genal
(Málaga) y Parque Natural Sierra Norte (Sevilla) ocupando una
extensión de 8.319 has.
En otoño, el castañar
ofrece uno de los paisajes más bellos de Andalucía, donde los
contrastes de colores, propios de estos árboles caducifolios, se
suman a la presencia de setas muy llamativas de gran porte
constituyendo auténticos paisajes micológicos.
Las setas más
características de los castañares andaluces son la tana (Amanita
caesarea), seta de membrillo (Armillaria mellea), oronja
verde (Amanita phalloides), la lengua de buey (Fistulina
hepatica) y Ciboria batschiana.
Flora: Pteridium
aquilinum.
Fauna: Cárabo.
Alcornocal
El alcornoque (Quercus
suber) es un árbol que demanda temperaturas más suaves y
regiones más lluviosas que la encina, con la que frecuentemente
comparte territorios. La característica diferenciadora de esta
especie es su corteza suberosa de crecimiento continuo: el corcho.
Los alcornoques presentan un adaptación asombrosa al los incendios
forestales gracias a que el corcho actúa de aislante, protegiendo al
árbol y permitiendo que rebrote con mayor rapidez. La Península
Ibérica cuenta con la mayor superficie de alcornocal a nivel
mundial, siendo Andalucía la región española que presenta una
mayor extensión, encontrándose a la cabeza en producción de corcho
a nivel nacional. El alcornoque se distribuye principalmente por
Andalucía occidental, teniendo en Sierra Morena (Jaén, Córdoba,
Sevilla y Huelva) y las sierras de Cádiz y Málaga sus principales
bastiones. En Andalucía se estiman 197.797,9 has.
Existen especies de
gran interés etnobotánico y gastronómico como el gurumelo (Amanita
ponderosa), tentullo (Boletus aereus), rebozuelo
(Cantharellus subpruinosus), nízcalo arrugado (Lactarius
rugatus) y boleto subtomentoso (Xerocomus subtomentosus) y
otras íntimamente asociadas a esta especie arbórea como Gymnopilus
suberis.
Flora: Erica sp.
Arbutus unedo, Pistacia lentiscus, Phillyrea angustifolia, Cistus
sp
Fauna: Ciervo
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